Visitar Bodegas Toro Albalá es hacer un viaje en el tiempo. Un lugar donde te sumerges en el pasado y caminas entre botas de vino, vegetación, cultura y antigüedades.
Una de las zonas más exclusivas de las visitas es la Sala de Catas regida por el Dios Bacchus del siglo II d. C, regalo de un importante lord inglés íntimo amigo de Antonio Sánchez que se enamoró de la bodega. La sala de Catas alberga una de las mayores bibliotecas sobre vitivinicultura y enología que existen en España, y en sus paredes se pueden admirar los extractos auténticos del científico y botánico Rojas Clemente (1777-1827) con las variedades de uvas de todo el mundo, así como, libros sobre distintas técnicas agrícolas, catas y antiguos utensilios del laboratorio de Antonio Sánchez.
En la zona más elevada de esas altas paredes, se ubica la singular Bodega Aérea, donde actualmente guardamos el Palo Cortado viejísimo de 1964, uno de los tesoros de nuestra bodega, con firmas de los personajes más ilustres que nos han visitado a lo largo de los años.
Otro de los lugares que más gusta a nuestros visitantes, es la Nave fundacional de Crianza, en la que se encuentran las joyas más preciadas de la bodega, así como, el museo privado arqueológico, que envuelve entre una extensa y valiosísima herencia familiar.
Te invitamos a que descubras el apartado experiencias, donde podrás ver todas nuestras visitas guiadas.
En la bodega fundacional de Toro Albalá se esconde un pequeño museo privado de carácter arqueológico y de variedades culturales. Un lugar que envuelve al visitante entre un valiosísimo legado donde conviven desde arqueología íbera a objetos del siglo pasado, fruto de la herencia familiar y regalos personales.
Falcatas íberas se mezclan con máquinas de escribir de finales del siglo XIX, fósiles, reliquias griegas o monedas romanas, entre otros muchos objetos de valor incalculable. Un lugar verdaderamente único que convierte al visitante en un explorador del tiempo y de la enocultura de vinos generosos.